¿Por qué utilizar aceites antienvejecimiento para la cara?

Con la edad, la piel se vuelve más fina, seca y frágil.  Para contrarrestar estos cambios, necesita hidratación, nutrición y protección.

Un aceite facial antienvejecimiento, al mezclarse con las células de la piel, forma una capa protectora invisible en la epidermis. Por lo tanto, ayuda a fortalecer la barrera cutánea. Al hacerlo, se limita la evaporación del agua y, por lo tanto, la deshidratación.

Además de la rutina de belleza habitual, el aceite anti edad aporta lípidos, es decir, grasas, en particular ácidos grasos esenciales que a menudo faltan en las pieles maduras y que el organismo no sintetiza de forma natural. Estos ácidos grasos nutren la epidermis y la ayudan a regenerarse de manera más efectiva para una piel sana, joven y radiante.

¿Qué son estos aceites antienvejecimiento? Son aceites de cuidado a base de aceites vegetales. Reconocidos por sus propiedades calmantes y nutritivas, a veces regeneradoras, durante mucho tiempo han sido rechazados porque se consideraban demasiado grasosos para el rostro.

Ahora son más refinados, ligeros, de absorción más rápida y, por tanto, más agradables de usar, ofrecen una sensación de confort y suavidad especialmente beneficiosa para las pieles que buscan contrarrestar los signos de la edad.

Cada aceite facial tiene diferentes propiedades, que pueden elegirse para responder a un problema específico o combinarse para potenciar los resultados y cubrir distintas necesidades de la piel. Algunos aceites secos pueden, incluso, adaptarse a las necesidades de las pieles grasas o mixtas. Lejos de la creencia popular, los aceites para la cara antienvejecimiento no son solo para las pieles secas.

¿Cuál se adapta mejor a la piel madura? Por ejemplo, el aceite de argán, es uno de los más utilizados por sus propiedades extra nutritivas.